Los habitantes de la comunidad de Santa Ana han pasado por lo menos 20 años de sus vidas en el barrio, en su mayoría son hijos de la generación que fundó el barrio, mientras que en otros casos hay familias que a pesar de tener varios años en la comunidad llegaron solo a establecer sus hogares en ese lugar. Ante la situación de riesgo que vive la mayoría de familias, debido al deslizamiento constante de terreno, algunas de ellas tienen el deseo de mudarse a otro lugar pero por los limitados recursos monetarios que tienen y sumado a la crisis del país se les dificulta salir de la comunidad. Por ello los vecinos de la comunidad han optado por buscar soluciones inmediatas para contrarrestar el riesgo que corren los terrenos. Los vecinos del barrio tomaron la iniciativa incursionar en el desarrollo agrícola, iniciativa que comenzó para combatir la escasez de alimentos que sufre la población, a lo largo del tiempo los habitantes decidieron seguir con la siembra de algunas verduras y frutas ya que las plantas pueden absorber grandes cantidades de agua y esto evita que los terrenos estén permanentemente húmedos lo que prolonga o retrasa que la tierra se siga deslizando de manera constante. Las alternativas que tomaron los vecinos de la comunidad hace notar que transformaron los problemas en nuevas oportunidades orientadas a crear soluciones de manera inmediata por mano de ellos mismos lo que se traduce en un desarrollo sustentable para la comunidad.
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En el recorrido que se hizo por la comunidad de Santa Ana, las condiciones limitaron el acceso a pie, además que en esta oportunidad no había un líder que habitara en el lugar y que pudiera representar a los integrantes del Curso de Ampliación, ante cualquier dificultad o inconveniente por el área. Luego de la visita a la comunidad, se llevó a cabo una pequeña sesión en el Parque Social Manuel Aguirre de la Universidad Católica Andrés Bello, donde se discutieron temas como la problemática de los desechos sólidos en las áreas comunes, planteando así una manera de implementar en la comunidad el hábito del reciclaje de algunos residuos como el plástico o la reubicación de los desechos en otros lugares de acopio donde no obstruya las alcantarillas y calles. Por otro lado, se hizo mención especial sobre la dificultad del transporte para los vecinos, en el que se planteó como una posible alternativa a largo plazo el uso de varios tipos de transporte, entre ellos, motos y jeep, desde una distancia considerable. De la misma manera se mencionaron las actividades que realizan monjas de la comunidad, en las que destacan recorridos por la zona con niños de la comunidad, a medida que van caminando van cantando o haciendo juegos. También realizan actividades de formación de psicología, educación y tareas dirigidas.
Una de las anécdotas que se vivió en la comunidad, fue conocer al señor Jorge Medina, dueño de un taller de costura, emprendedor y dueño del taller, quien invitó a todos los integrantes del Curso de Ampliación a pasar al taller y conocer sobre sus creaciones, el señor Medina se especializa en la creación de bolsos de viaje, carteras, loncheras de comida, entre otros. Un ser humano excepcional, humilde y perseverante que demuestra que a pesar de las dificultades que atraviesa el país, apuesta por un futuro en Venezuela. Ante fuertes lluvias en la capital, viviendas en Santa Ana corren el riesgo de desplazarse10/28/2018 Deslizamientos constantes de terreno, caídas de casas, vertederos de basura por doquier y falta de trasporte para poder llegar a sus viviendas. Así viven el día a día los habitantes del sector Santa Ana en Carapita, zona urbana autoconstruida, ubicada al oeste de la ciudad capitalina. Son numerosas las familias que viven bajo la penumbra de no saber en qué momento se irán abajo las paredes de las viviendas o las cominerías, debido a las fuertes precipitaciones que se han presentado en todo el territorio nacional durante el último mes del año en curso, aunado a que por debajo de los terrenos arcillosos pasa el cauce de una quebrada lo que genera que los terrenos estén siempre húmedos y en constantes movimientos. En la espera de una respuesta o posible solución aguardan los habitantes de la comunidad, quienes han realizado y firmado actas en las que exponen la situación y las han presentado ante el Consejo Comunal, ente que ha recurrido a las instancias gubernamentales correspondientes y no han recibido respuesta alguna. “La calle Terepaima está a punto de caerse y esta casa se derrumbó hace dos semanas, la lluvia está picando la calle”, así señaló Amalia Díaz, residente de la comunidad quien expresa que los vecinos han planteado utilizar los escombros como el mismo relleno para las caminerías, ya que despejarían el paso peatonal y estarían generando soluciones inmediatas. Diego Manríquez, estudiante de la maestría en urbanismo plantea que el peligro que corren las personas que se encuentran cerca de la pendiente es grande. “Se debe hacer una movilización inmediata de estas personas ya que en cualquier momento las casas se pueden deslizar”, indicó. A pesar de que no se tiene una solución rápida, señaló que por los momentos se debe concientizar a las personas y estabilizar las pendientes que sean posibles.
Pero para la comunidad Santa Ana, no todo es color de hormiga, ante las carencias diarias de las necesidades básicas, se replantearon las soluciones, en materia de alimentación la mayoría de habitantes se han dedicado al cultivo de hortalizas, frutas y vegetales. En cuanto al tema cultural y recreativo los fines de semana, sábado y domingo, cierran las calles y se reúnen gran cantidad de vecinos y realizan juegos de Básquet, Futbol y Pelotica de Goma. De la misma manera, en materia educativa, funcionarios de Protección Civil del Distrito Capital, acuden a las escuelas del sector para brindar talleres, charlas y simulacros de posibles situaciones de riesgo, instruyendo a los niños para estar atentos ante una situación de emergencia. Así este tipo de actividades genera una vida más amena para los habitantes del barrio Santa Ana. En el municipio Libertador se encuentra una comunidad que si bien no es muy conocida por lo cercano es reconocida por tener el nombre de una calle que dio paso a la esperanza de muchas personas por establecerse en la capital. Santa Ana es una comunidad ubicada en Carapita al oeste de Caracas y esta se terminó de consolidar en el año 2000.
Este barrio localizado en el medio de esta zona, tiene una particularidad que la diferencia de otras; el barranco de Santa Ana es conocido por todos los habitantes tanto por su peligro como por su profundidad ya que cada día, este barranco amenaza con expandir su tamaño y dejar a los ciudadanos sin sus viviendas. A pesar del mal pronóstico y las fuertes lluvias, estudiantes de la UCV, UCAB y USB hicieron un segundo recorrido el pasado 19 de octubre. En esta oportunidad, se hizo una visita desde Mamera para conocer el casco histórico de Antímano con la finalidad de observar cómo se estrechaba el valle en esta área de la ciudad para posteriormente reunirse con los representantes de la comunidad en sus diferentes sectores. Si bien el intercambio fue corto, los estudiantes pudieron identificar las problemáticas que aquejan a los habitantes así como los trabajos que se han realizado en la zona para su posible recuperación. |
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